317 Viviendas sociales en Loma de Colmenar

 Queremos crear un fragmento independiente de la ciudad que reconstruya esencias perceptivas asociadas a la comprensión del propio Lugar. Espacios vacíos, plazas, calles y patios se configuran como elementos básicos para definir nuestro nuevo “barrio”. Debido a la fuerte pendiente de la parcela se propone modificar la topografía mediante terrazas integradas en el entramado geométrico, con pendientes de aproximadamente 5 m. Los edificios se adaptan a las diferentes pendientes, adoptando un patrón para buscar mejores orientaciones. La tipología se basa en una retícula racional.

La diversidad en la colocación de los huecos, terrazas, patios y espacios vacíos en general busca establecer una continuidad espacial interna, estableciendo relaciones internas entre las viviendas y mejorando el rendimiento y la eficiencia energética de los edificios. Dada la singularidad de la iniciativa, concebida para proporcionar viviendas de protección oficial, se ha adoptado una estrategia integral basada en la interpretación del lugar y en la investigación tipológica, basada en la mejora de las condiciones de habitabilidad para dar lugar a viviendas de calidad, sostenibles y adaptadas a las diversas consideraciones que influyen en el modo de vida contemporáneo.

Nuestro proyecto se propone a la medida de las circunstancias propias del lugar (el paisaje, el viento, la luz, los espacios maleables, la memoria futura de los habitantes, etc.) y trata de integrarse como un elemento abstracto superpuesto mediante un patrón geométrico que rige toda la operación.

La topografía, basada en el marco normativo inicial, configura situaciones espaciales talladas geométricamente y que ahuecan o vacían la realidad preexistente. Los edificios se proponen de forma que se dé mayor importancia al espacio vacío y a su relación con el terreno que a su forma propia o independiente. De esta manera los edificios se adaptan a la topografía, ya sea apoyados o “flotando”, centrándose en la continuidad de los espacios, de las relaciones visuales, de la orientación.

Nuestro modelo de construcción pretende mejorar la calidad de vida utilizando sistemas que optimicen las condiciones de uso y ahorro energético, fomentando siempre que sea posible el uso de los recursos naturales propios de la zona. El grado de incidencia del sol en las fachadas depende de la orientación y se controla mediante un sistema de “fachada profunda” (zona interna de filtro-almacenamiento). Se propone un sistema de ventilación cruzada, ya que todas las viviendas tienen doble orientación. Este sistema se basa en un patio interior conectado con el exterior mediante terrazas que cambian su orientación para mejorar la circulación del aire y mantener las viviendas continuamente ventiladas.

Las viviendas pueden ser muy versátiles, cambiando el uso de las estancias en función de las necesidades de los habitantes o de las épocas del año para optimizar las orientaciones. La estructura se basa en un sistema de armazón de hormigón que se levanta sobre una cimentación continua que unifica muros de contención y losas de cimentación, creando un sistema unificado que funciona como una estructura completa y evita el riesgo de desprendimientos. El material principal utilizado para la piel del edificio es el ladrillo klinker en tres colores (blanco, gris y negro).