Diputación de Badajoz

El proyecto hay que entenderlo como una apuesta de vaciar, de limpiar, para recuperar los tres edificios independientes que contempla la actuación: una vez aislados los tres edificios se rehabilitan cada uno de acuerdo con sus características particulares y se formalizan los vacíos que relacionan los tres edificios gracias a una escalera representativa como acceso al nuevo Salón de plenos que le une con la calle principal del casco a través de un gran espacio, casi como una calle interior, fundiendo ambos espacios públicos,  y gracias a un nuevo patio que separa el antiguo Casino y el Salón de plenos.

Recuperación del patio trasero entre el Salón de plenos y la casa residencial

Se crea un nuevo orden para todo el conjunto mediante un sistema de circulaciones (verticales y horizontales) de personas y de instalaciones acordes con el nuevo uso terciario. La propuesta se centra prioritariamente en la creación de un nuevo espacio que singularice el nuevo uso público del edificio, dotándole de un acceso representativo de gran atractivo espacial, que enhebre el Salón de plenos con el exterior, calle, y con el interior, la presidencia y las áreas de recepción.

Este espacio nace de un análisis de las construcciones existentes, formalizado como una grieta que separa los edificios de la Diputación y el Instituto del complejo del Casino. Grieta que se diseña como una galería de gran altura, iluminada cenitalmente, mediante un lucernario que se asoma sobre las medianerías consiguiendo una luz natural neutra, protegida del soleamiento. Esta galería se inicia en la calle del Obispo San Juan de Ribera una vez traspasada la crujía del Casino que da a dicha calle, de forma que se producirá un contraste de escalas que busca la sorpresa, acceso bajo, como antesala de la galería de gran altura.

Al fondo de esta galería se sitúa una escalinata que da acceso al salón de plenos y sus palcos, formalizando un espacio que enfatiza el carácter simbólico del Salón de plenos. A la galería se adosa el pasillo longitudinal que enhebra los tres edificios, el Casino, el salón de baile y el edificio trasero.

En los 22 años transcurridos el centro histórico de Badajoz ha recuperado su patrimonio y su actividad y se ha reconvertido en un núcleo urbano atractivo en el que vivir, mezclado con dotaciones públicas y culturales. La Diputación ha consolidado sus instalaciones rehabilitando el edificio anexo, enhebrados ambos por la fisura presidida por la escalinata de acceso al Salón de plenos, antiguo salón de baile. Contemplado el paso del tiempo, hoy tras su uso intensivo como actividad pública, mantiene todos sus valores espaciales y funcionales intactos, así como sus calidades constructivas y materiales. Todo ello en un buen estado de conservación, lo cual corrobora el acierto del proyecto y su buen mantenimiento.