El Despertar de los Objetos: proyecto para un acontecimiento de Hermès

En este caso se utilizó una manifestación cuyo diseño y realización recurrió a la colaboración de coreógrafos y arquitectos. Este evento, promovido por Hermès para celebrar el nuevo milenio, se inspiró en el diálogo entre los perfomadores humanos y una serie de objetos que hacían referencia a la firma promotora. Las dimensiones reales de estos objetos se ampliaron hasta alcanzar proporciones gigantescas para darles protagonismo en la representación.

La escena está presidida por una caja sorpresa de grandes dimensiones. De esta reproducción parcial a gran escala de una caja de Hermès pueden salir los personajes de la representación o los objetos más insólitos, buscando evocar el mundo inocente de la infancia, Alicia en el País de las Maravillas o muchos otros personajes de dibujos animados.

Este gran contenedor destaca sobre el plano vertical de un telón de fondo que también funciona como pantalla de iluminación, se apoya en un segundo plano, en este caso horizontal, que es cuadrado y azul (el color complementario del naranja de la caja), que mide 10 m por lado y sirve de soporte para la actuación de los bailarines. La construcción de la caja permite diferentes aperturas en cada uno de los lados para acompañar las sucesivas secuencias de la actuación.

Los objetos –una taza, un plato y una cuchara, una peonza-paraguas, una pelota hecha con pañuelos de seda de Hermès, un guante, un zapato, una cadena y una cinta–, elegidos de la producción de Hermès, se presentan fuera de escala y se ajustan a los cuerpos de los intérpretes a lo largo del evento como si constituyeran una verdadera extensión de ellos mismos. Los materiales –tablero chapado, polietileno expandido, fibra de vidrio, seda impresa, gamuza– fueron elegidos por ser ideales para su manipulación en el escenario. En realidad, estos materiales no desempeñan ningún papel en el desarrollo expresivo del espectáculo y se utilizan como un simple medio de construcción.