Intervalos

Un sitio entre dos caracteres opuestos ciudad-campo. Territorios naturales, agrícolas, enfrentados al riesgo de ser consumidos por una nueva “colonización”. De la tensión entre estas dos entidades deviene el proyecto, en donde la naturaleza no se absorbe, sino que se transforma, se habita...

Una espacialidad contextual, celebra y valoriza la identidad del lugar. A partir de un módulo, una estructura mutable, reversible, se genera una multiplicidad de funciones simultáneas. Composición en dos ejes, infinidad de perspectivas...

Un trazado de senderos y caminos imprime fuertemente el espacio, deslizándose y permitiendo la permeabilidad entre cada elemento. No solo los edificios construyen la escena, sino también sus intervalos, secuencias de impresiones, emociones...

El programa se distribuye gradualmente desde un frente urbano denso y complejo, hasta disgregarse y fundirse totalmente con el paisaje. Desde este frente, locales comerciales, equipamiento educativo, cultural y aparcamientos, se agrupan bajo hileras de viviendas individuales (tipología como registro suburbano reinterpretado). En transición hacia el sur, se atraviesa una zona verde de esparcimiento, uso público, reunión y recreo. Finalmente, viviendas colectivas, volúmenes esbeltos, se alternan como elementos paisajísticos con “estructuras libres” (huertos urbanos, actividades temporales, alternativas, usos no previstos, posible densificación).

Las unidades tipológicas son concebidas como módulos capaces de adaptarse tanto a una disposición de vivienda individual como colectiva. La superficie construible demandada se alcanza con una mínima huella. Más que formal, es una organización espacial, paisajística, estratégica. Una propuesta flexible, una estructura rítmica y variable. Un proceso de crecimiento y evolución en el tiempo. Espacios edificados, libres, zonas verdes comunes, privadas, espacios públicos, jardines cultivados, plantaciones, se enlazan en un lenguaje común, un paisaje urbano.