Restauración y rehabilitación del Teatro Romano de Sagunto

Gran parte de lo que observaba el visitante en 1983 al recorrer el teatro de Sagunto era resultado de las reconstrucciones de tipo mimético que se habían llevado a cabo desde 1950 a 1974. Su objetivo había sido las ruinas mismas y su resultado era evidente: unas ruinas artificiales, tal y como las denominó Giorgio Grassi. El teatro se ofrecía como un edificio en proceso de restauración, si no de reconstrucción. Y mostraba un camino sin posibilidad de vuelta atrás.

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Desde las condiciones concretas que ofrecían los restos del teatro, desde esta vía sin retorno iniciada por las intervenciones realizadas, se debía continuar la restauración, pero cambiándola radicalmente de signo. Había que hacer legibles las alteradas ruinas del teatro. La arquitectura del teatro romano de Sagunto estaba allí presente, en los restos existentes, solo era necesario hacerla aflorar. Pero se trataba de la restauración de un edificio, de rehabilitar arquitectura. Y la arquitectura solo se reconoce en el espacio real, con sus dimensiones, sus proporciones, su escala.

Pepa Balaguer
Manuel Portaceli

Recuperar el espacio del teatro romano es el medio para lograr el reconocimiento esencial del edificio y su lectura. El espacio de un teatro romano es el resultado de la fusión de la cávea y el scaenae frons, partes que lo definen canónicamente. En su restitución, la arqueología no ha de quedar ajena a la comprensión racional del objeto arquitectónico; su valor documental ha de convertirse en texto capaz de ser disfrutado por alguien más que los expertos.

Manuel Portaceli

Para lograr la restitución se tienen que complementar los mínimos elementos necesarios que hagan legible esta unidad característica, básica, propiciada por la fusión del cuerpo escénico y la cávea definidora del espacio. Criterio que conlleva la elección de técnicas constructivas que se plantean a partir de los datos que aporta la fábrica antigua. Y siempre serán reconocibles, vieja regla, las partes originales y las rehabilitadas, incluso de las restauradas alegremente con anterioridad poniendo de manifiesto los avatares del edificio. Completar los elementos fundamentales para la definición del espacio romano es el único camino, en el caso de Sagunto y a nuestro entender, para recuperar los valores de escala y proporción que permitan percibir al edificio con sus características originales.

Definida así su arquitectura, las distintas partes de que consta se han puesto en relación y juegan entre ellas armónicamente. El módulo que formaliza las gradas de la cávea tiene su recíproco en el escenario. La ima, la media, la summa cavea establecen los órdenes de la escena y viceversa. De la magnificencia del scaenae frons, la planta baja aporta suficientes datos. Los muros de las “substrucciones”, así como los restos que sobre ellos emergían de la valva Regia y la valva Hospitalium. Este permite a los arqueólogos trazar y situar la curvatura de las mismas y la ubicación de las puertas Regia y Hospitaliae.

Duccio Malagamba
Restitución Órdenes - Manuel Portaceli y Giorgio Grassi

La resolución del nivel superior se tendrá que plantear desde la evocación: el antiquarium propuesto, parcialmente ejecutado durante las obras, puede seguir siendo el elemento evocador de aquella espléndida pared de fábula densamente historiada del scaenae frons romano que estamos habituados a ver en los viejos libros de historia del arte. Aquella “fachada palaciega” que observó en la ladera de la montaña de Murviedro el historiador andalusí Ahmad ibn Muhammad al-Razi en el siglo X, cobra su sentido insertándose en el interior del espacio restituido. La restitución, además, recupera el rol urbano del teatro y su protagonismo para articular la relación entre el foro, en el castillo, y la ciudad consolidada montaña abajo.

Alzado Este - Manuel Portaceli y Giorgio Grassi

Ese edificio civil, de potente y majestuosa volumetría, restablece los datos espaciales de la Ciudad Antigua. Y los de la actual Sagunto que recompone así su paisaje histórico. Cuando el rotundo escenario cierra su espacio y el cielo vuelve a ser su techo primordial, las piezas del monumento se ponen en relación, el espacio manifiesta su grandiosidad y actores y público en tensión celebran el espectáculo que tiene lugar.

Duccio Malagamba
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