1016 viviendas de protección oficial en el sector 1 de Palomeras Sureste

Por lo tanto se debía aprovechar lo que de ventaja tiene éste frente a otros modelos: mejor soleamiento, ventilación, racionalización del espacio construido; y tratar de solucionar el espacio urbano resultante entre los grandes bloques, con la creación de espacios netos, inteligibles que, precisamente a través de su racionalidad, y a pesar de la ausencia de bordes, se sientan especialmente definidos.

Con estas premisas, se elige la tipología de bloque lineal puro, en espina de pez, formado por el adosamiento a un eje norte-sur, de unas viviendas en L que abren todos sus locales a una terraza, consiguiendo de esta forma soleamientos equiparables en todas las viviendas y una gran versatilidad combinatoria de distintos programas de vivienda sin modificación del tipo.

Los salones se sitúan en forma de mirador, buscando la orientación sur, lo que da lugar a visiones no frontales del espacio urbano. La posición de la terraza y su dimensionamiento ofrecen un cierto control climático de la vivienda frente al calor y una cierta analogía con la casa patio, a la que viene a sustituir en la operación de remodelación. El eje por donde se desarrollan los accesos a las viviendas, por su configuración espacial y su iluminación cenital, posibilita una transición paulatina del exterior al interior y facilita, a modo de corrala, los encuentros casuales paliando en alguna medida la pérdida de “la calle” de las grandes agrupaciones.

Los bloques de 100 x 25 m. y 13 plantas se generan por la suma de 3 unidades de escalera, conectadas por pasarelas en los patios de ventilación en zonas comunes –para uso en casos de emergencia– y acaba en una escalera adicional exterior. En la composición se ha hecho especial hincapié en la forma de tocar suelo, en la búsqueda de un entendimiento de pieza cerrada en sí misma, evitando, en lo posible, el sentido de la falta de identidad.