Cubierta del Palacio Enrique IV

Jesús Castillo Oli

Un parásito en el palacio de Enrique IV...

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Dicen que existe un tipo de enredadera que para sobrevivir necesita abrazar el tronco de un robusto árbol. Las múltiples ramificaciones de la planta recorren la corteza de su anfitrión en amoroso gesto. Dicen que si el amor de ambos es verdadero la enredadera llegará hasta el suelo y echará raíces, garantizando así su supervivencia... y la de su amado, en el caso de que el árbol no resista el abrazo asfixiante de la hiedra, morirá, y con él su parásita amante.

Patio 5 - Jesús Castillo Oli
Patio Lateral - Jesús Castillo Oli

Los criterios de intervención en un edificio histórico dependen de unos condicionantes íntimamente ligados a su estado de conservación, al momento histórico en el que se interviene, a los posibles nuevos usos que se produzcan, a los recursos económicos que se puedan destinar, y por tanto a la situación socioeconómica del momento. Una serie de factores que, unidos a todos los agentes que intervienen en el proceso del proyecto y la ejecución del mismo, especialmente arquitecto, constructor y promotor, determinarán el resultado final.

Exterior 1 - Jesús Castillo Oli

La base teórica dominante en el tiempo exacto de la intervención no es sino un punto de partida, es el paradigma que nos ayuda a mantener una base de conocimiento pero que por ello no debe impedir su ruptura en busca de nuevas soluciones para el caso concreto que nos ocupa. Solo el análisis de las características específicas que circunscriben el edificio a restaurar podrá dar las claves que determinen su intervención. El valor monumental del edifico, el histórico, artístico y económico dependen del momento en el que se produce la actuación en él.

El paso del tiempo y su uso o abandono provocará el mayor o menor grado de ruina en el que se encuentre y por tanto será un factor clave en la búsqueda de la mejor propuesta de intervención. En muchos casos nos encontramos con situaciones donde el valor real del edifico no es otro que el histórico, validando su escaso, por no decir nulo, valor artístico. El tiempo actúa como esa varita mágica capaz de dotar de atractivo a construcciones sin valor destacable, pero también en muchas ocasiones el tiempo es la guadaña que cercena el esplendor de arquitecturas grandilocuentes. No insistiremos aquí en el valor de la ruina, otros ya lo hicieron, pero hizo falta que alguien nos apercibiese del valor de la ruina en sí misma para que adquiriera esa decrepitud controlada las mieles reservadas a las obras de arte.

Patio 4 - Jesús Castillo Oli
Patio 2 - Jesús Castillo Oli

Descubrimos cómo en toda percepción artística es tan necesaria la obra como los ojos que la contemplan. Entre el observador y el artista está la obra; como esencia del tiempo detenido, de la materialización de un pensamiento congelado, de la voluntad de la permanencia del objeto (si nos permite Duchamp). El tiempo no afecta de la misma manera a las distintas manifestaciones artísticas; en el caso de un lienzo o a una talla policromada, el tiempo juega un papel adverso, se debe mantener la obra pulcra y debemos, como conservadores, mantener las mejores condiciones para que eso ocurra, el tiempo es el enemigo. Pero en arquitectura todo cambia; el tiempo demuestra la bondad de la arquitectura, y no solo desde el punto de vista de la firmitas el tiempo también es capaz de alterar nuestra percepción y dotar de un valor que nunca tuvieron edificios ejecutados sin voluntad de transcender. Por tanto, la intervención en un edificio donde la huella del tiempo le ha privado de su armonía original no debe dirigir el discurso de la intervención hacia reconstrucciones del mismo, es necesario un análisis del estado real y dilucidar si el tiempo ha provocado daños menores reversibles o si por el contrario la ruina se ha apoderado del edificio hasta ser dominante y adquirir un protagonismo que quizás deba mantenerse.

Patio 3 - Jesús Castillo Oli

La intervención en un edificio histórico en ruinas puede desarrollarse a través de la simbiosis entre el edificio a restaurar y el edifico a ejecutar. Es el caso de la no restauración, de la no rehabilitación, el nuevo edificio se desliza entre las paredes arruinadas del edificio original, entiende su tipología, pero mantiene sus propias determinaciones compositivas y de uso; la nueva construcción se mueve entre los viejos lienzos, que son totalmente necesarios para dar sentido a la propuesta.

Exterior 2 - Jesús Castillo Oli

La nueva arquitectura necesita la ruina, el caos, el desorden para materializarse y dotarla de significado, la nueva arquitectura parasita al viejo edificio, que a su vez necesita al nuevo inquilino para sobrevivir. Si la arquitectura parásita llega a buen fin, ambos edificios sobrevivirán.

Información general

Cubierta del Palacio Enrique IV

AÑO

2014

Dirección

Plza. la Reina Doña Juana, 5

40001 Segovia - Segovia

Latitud: 40.949518746

Longitud: -4.120458429

Materiales construcción

Madera

Policarbonato

Sistema constructivo

Estructura de cubierta de madera sobre muros de carga existentes y material de cobertura de policarbonato

Superficie construida

501 - 5000 m²

Arquitectos participantes

Jesús Castillo Oli

Información aportada por

Colegio Oficial de Arquitectos de Castilla y León (COACYLE)

Jesús Castillo Oli

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Ubicación

40.949518746 -4.120458429 76718560-b468-49a4-92b9-58b0476aa796
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