Edificio de Rectorado para la Universidad San Jorge

Es éste el primer edificio de un nuevo campus. Su aparición supone la fundación de un nuevo lugar. Será la luz quien ate dicho lugar a la patria del cielo. Para ello, seis prismas blancos emergen y se elevan desde el interior de un cerco de hormigón que marca el origen. Entre dichos prismas se deslizan tres escaleras en las que viaja la luz del cielo para recogerse en el regazo de un lugar que la espera.

Luz vertical

La luz que recorre las escaleras se recoge en la gran habitación que construye el cerco de hormigón y que une la novedad del campus con la eternidad de un cielo inmenso. La secuencia abierta de las tres escaleras son el camino construido por el tiempo perenne de a luz vertical que las recorre.

Luz horizontal

El ascenso del los prismas blancos no colmata la basa que funda el edificio. La diferencia geométrica entre dichos prismas y el cerco que recoge su luz se convierte en una secuencia de patios cuya luz se opone a la luz vertical que recorren las escaleras. Una nueva horizontalidad luminosa da habitación a las estancias más públicas: la cafetería, la administración y un pequeño oratorio. Una luz donde el hombre mide su humana temporalidad.