Escuela de Negocios (Universidad de Alicante)

El cerramiento hacia el interior se realiza en vidrio y lamas pivotantes de madera que propician unas intensas relaciones visuales entre las partes y un ambiente cálido y diferenciado. El resultado es una suerte de claustro central, abierto y cerrado, por encima y por debajo de la rasante que, atravesado por un puente y permeable por hasta seis puntos distintos, se presenta como un espacio dinámico pero sereno, con identidad propia pero en intensa relación con el espacio público al que se abre.

La compartimentación del interior se resuelve de forma que permita, por transparencia, la continua presencia del patio central. La imagen final de la edificación es de una pretendida limpieza, la abstracción formal se refuerza con la suspensión del edificio sobre el suelo y es la construcción quien marca en las fachadas los trazos de su ejecución como únicos elementos gráficos sobre ella.

El edificio de la Escuela de Negocios afianza con su imagen la idea desarrollada en su concepción siendo el resultado formal fruto directo de la idea desarrollada y del programa incorporado. Los paños lisos, las formas puras, la geometría esencial, los colores neutros, dan testimonio del valor de la abstracción como lenguaje.