Estudio de Arquitectura Antonio Fernández Alba

Como arquitecto dotado de eterna curiosidad, demuestra en cada una de sus obras su preocupación por la humanidad de los espacios, especialmente en los de uso público, diseñándolos siempre acogedores sin grandilocuencia, y afirmando la dignidad cotidiana de quien los recorre, de quien los utiliza. Poética, al fin y al cabo, es quizá la palabra que mejor resume su obra. Antonio Fernández-Alba, parece sustentar su creación en las profundas raíces que recorren la historia de la arquitectura, partiendo de la vernácula castellana, de la culta salmantina, que ha logrado expresar, con solidez y autoridad, en su lenguaje: forma, proporción, sombras y, a la vez, necesidad y función, que son expresión personal en su apoyo a la tradición, anclada en su tierra, Salamanca, que tan bien conoce y utiliza transformándolas en vanguardia.

Fernández-Alba es un arquitecto consciente: preocupado por la gente que no solo vive, sino que se descubre en la arquitectura de modo natural; preocupado por dar contenido a los espacios en los que vivimos, como pone de manifiesto su temprana participación en el grupo El Paso, que fue una forma poética de ser vanguardia; preocupado en fin por mostrar protección y ternura tanto hacia quien va a utilizar sus edificios, de apariencia reservada, como hacia quien va a verlos desde fuera, viviéndolos como paisaje.

Su trayectoria es sólida en el uso del lenguaje de la arquitectura y en el de la palabra, pues, como académico de San Fernando y también de la Lengua que es (él es hoy el único arquitecto) y apropiándonos de su voz, "La ciudad es el lugar donde nace la palabra"