EUROPAN 4. Finalista. Emplazamiento Bilbao

Compartir equipamiento con el barrio. El frontón, el polideportivo, las dotaciones, el parque serán puntos de encuentro entre los habitantes de las distintas zonas de las nuevas viviendas y los de las zonas inmediatas.

Terminar y rematar ese borde de ciudad. Era responsabilidad de la arquitectura proyectada ordenar contra la confusión. Inventar, subjetivizar y también entender el perfil que la ciudad ofrece. Nos gustaba recordar los cromlechs de Aguiña y su papel de “trampas para el vacío”, piezas alrededor de un círculo desocupado.

Entender la topografía, recorrerla, dibujarla. No es tan compleja; hay una plataforma natural, unos taludes que la conectan con la ciudad y un recuerdo de las antiguas excavaciones que rellenará de tierra, de agua o de vegetación.

Convertir la calle superior en calle mirador. Los edificios enmarcarán, sorprenderán con vistas, cada vez distintas, de la otra orilla. La plataforma-lucernario sobre el frontón será también convocatoria de actividades deportivas urbanas. Los taludes serán paseos de bajada y lugares de estancia previos a la zona verde que conectará con el gran parque del sector contiguo.

Proyectar viviendas con doble orientación, que miren al paisaje y a mediodía, al parque y a las plazas.

Construir esas plazas hilvanadas por la calle inferior como estancias exteriores de relación y generadoras de actividades lúdicas. Árboles, tiendas; en un extremo un balcón al paisaje, en el otro el polideportivo, el frontón.