Infraestructura doméstica

La experiencia enseña que no se puede diseñar la participación social desde los procesos de planeamiento, pero sí se pueden hacer diseños y estrategias que la favorezcan. Más allá de un diseño, se propone una forma de gestionar los recursos ambientales y un sistema de espacios públicos con el huerto urbano como forma de articularlo y favorecer la interacción social y la participación.

En este contexto, el proyecto de viviendas será un modelo con el que poner a prueba los diferentes sistemas de intercambio ambiental que pueda servir a las futuras intervenciones arquitectónicas en la zona y el parque como un lugar donde simbólicamente se producen estos intercambios energéticos y humanos.

Viviendas autosuficientes en la Marina del Prat Vermell

El proyecto propone un elemento infraestructural mínimo que proporcione una piel climática y un esqueleto estructural y técnico. A partir de ahí se parcelan los volúmenes para que los propietarios adquieran estos espacios, dentro de los cuales pueden construir con mayor o menor aprovechamiento del espacio según sus necesidades habitacionales, apetencias personales o capacidad económica.

Debido a la complejidad formal de la parcela, se ha dispuesto un sistema en peine que permite abrir superficie de vivienda al exterior, cuestión especialmente problemática en las viviendas de mayor profundidad. Esta estrategia permite unos ámbitos amplios de libertad a los ocupantes a la hora de desarrollar sus viviendas, y a pie a un sistema impredecible de espacios comunes inhabitados en el proceso de colmatación de la ocupación, lo que además abarata el proceso de construcción del edificio.