Remodelación de la avenida de la Catedral en Barcelona

La plaza de la Catedral se ha concebido como un espacio silencioso que deja hablar a la arquitectura de su entorno: la fachada unitaria del lado norte y el conjunto de edificios monumentales presididos por la catedral. Es una plaza que amplía el Pla de la Seu y se manifiesta como antesala del Barrio Gótico. Un único pavimento de granito es soporte de los diferentes usos de este espacio: la circulación rodada de acceso al aparcamiento; el espacio central para el paseo de peatones, celebración de ferias y actividades ciudadanas; el acceso a la catedral y la plaza Nova y la ordenación de los elementos urbanos.

La estrategia de ordenación de los elementos urbanos deja libre el vacío central de este espacio, reafirmándolo como articulador y ordenador del proyecto. Los accesos para peatones –escaleras y ascensores–, la ventilación del aparcamiento, bancos, iluminación y papeleras, se alinean paralelas a la fachada norte, la más regular.

Las rampas del aparcamiento se integran en la morfología del entorno, colocándolas próximas a la vía Layetana y marcando la alineación de la fachada sur de la avenida cambió.

Los núcleos de escalera-ascensor-ventilación del aparcamiento son elementos de estructura de acero inoxidable y vidrio.

La continuidad del pavimento de granito y la transparencia del vidrio hacen posible que el interior continúe formando parte del espacio urbano. Son elementos tratados como muebles urbanos que buscan la integración en el lugar a través de su simplicidad, coherencia y esencialidad formal.