Salvemos el horizonte

Aplicamos una variable externa e independiente, a modo de patrón, capaz de organizar y asumir las condiciones de contorno del lugar; las bandas programáticas. La inserción de estas bandas capaces de integrar en un solo gesto múltiples problemáticas implica una serie de mutaciones generadoras de diferentes tipos de espacios públicos que, sin agregar nuevos elementos construidos, permiten resolver los problemas de conexión, cambios de cota, densificación vegetal, compatibilización de usos, integración de mobiliario, inserción de equipamiento y deshilvanado de flujos.

El proyecto es por tanto el resultado de compatibilizar un sistema abierto, abstracto y genérico, capaz de adaptarse a las singularidades del lugar, con la premisa de “no construir”. Pero, ¿un proyecto que adopta decididamente una actitud de “no construir” puede ser sostenible económicamente? A lo largo del frente marítimo aparecen bolsas de suelo que pueden acoger usos generadores de aprovechamientos lucrativos. En aras de la sostenibilidad de gestión, activamos y conectamos estos ámbitos a la zona de estudio para que los ingresos que aporten a la hacienda local puedan financiar otras partes del proyecto.

Al mismo tiempo se propone el fortalecimiento de los sistemas locales de cesiones (SLC); a cambio de la explotación de estos espacios se puede conseguir una inserción de vegetación en aparcamientos, inserción de usos en miradores, etc., eliminando costes de mantenimiento a las entidades públicas. “Como una embarcación que atravesando un área de oleaje encuentra la referencia de su línea de flotación en el horizonte”.