1. + 2. + 3. (paralelos)= 4

A través del tiempo la ciudad de Burgos ha presentado una tendencia de crecimiento de poniente a oriente, principalmente condicionada por barreras naturales y artificiales tales como el río Arlanzón, las murallas, la vía del ferrocarril y más actualmente, por la Ronda Sur (Madrid-Irún). Una tendencia marcada por el paralelismo de estas barreras y la ubicación de la zona industrial hacia el oriente de la ciudad. De esta manera la ciudad fluye y se relaciona de forma natural de poniente a oriente.

De sur a norte

Sin embargo, de norte a sur sus circulaciones son escasas y poco eficientes. Debido a ello el Ayuntamiento, al reubicar la vía del ferrocarril (una circulación restringida), propone una mayor permeabilidad y fluidez que no existían, mejorando la calidad de vida de los ciudadanos. La caída de esta barrera saneará el ámbito de actuación con una dinámica totalmente diferente. Alrededor de este vacío las posibilidades quedan abiertas: los barrios colindantes se comunican, los paseos al Parque de la Quinta son más largos, el paisaje se transforma (visual y sonoro)...

De tal manera y ante estas nuevas expectativas, toda actuación tendría que atender a esta transformación, negando cualquier paralelismo a la vía del ferrocarril, en aras de una mayor permeabilidad hacia el Paseo de la Quinta y el río Arlanzón.

De +9,00 a +0,00

Concretamente ya en el solar, el paisaje se presenta a manera de un triángulo. En un primer lado, tenemos la transformación de la vía del ferrocarril con viviendas entre medianeras de 4 a 5 niveles con acceso desde la calle posterior San Pedro Cárdena. En un segundo lado, el barrio del Crucero con viviendas unifamiliares de dos niveles y, por último, en un tercer lado, la Ronda Sur con la extensión del paisaje hacia las praderas.

Podría considerarse esta situación como límite, sin embargo, debido al trazo curvo de la Ronda Sur la circulación envuelve y rodea el solar en un radio de 360 m, creando una condición particularmente fronteriza. Aunado a esto, la topografía con un desnivel de 9 m (11 m en algunos puntos), juega un papel fundamental al dividir el paisaje en dos condiciones totalmente diversas. Por una parte, a una cota superior, al nivel de la Ronda Sur el impacto del ruido y la vibración de los autos y, por otra parte, en una cota inferior, un paisaje negado por el ferrocarril donde las viviendas muestran la espalda a la nueva vía.

De pequeño a grande

La propuesta es un vínculo entre las diferencias urbanas existentes, haciendo la transición entre edificaciones y topografía. Estos dos elementos, afectándose y degradándose, polarizan la intensidad urbana hacia la nueva vía del ferrocarril. Cada pieza de vivienda modifica su nivel de edificación conforme a la pendiente entre el 6% y 8% dando respuesta a los distintos paisajes.

De vial a parque

La Ronda Sur es un medio de atracción y extensión del Parque del Paseo de la Quinta hacia el ámbito de actuación; la intención es ver la Ronda Sur flotando entre la vegetación. Para ello se modifica el vial Timoteo Arnaiz por debajo del paso a nivel, entre los pilares, para liberar las aceras y generar parques lineales en conexión con las demás vialidades y el carril de bicis ya existentes. A partir de este brazo de vegetación el Paseo de la Quinta degrada su vegetación hasta el ámbito de actuación, protegiendo a las viviendas del impacto del ruido y las vibraciones de los autos.

La relación entre Ronda, vegetación y vivienda es paralela, se acompañan se protegen y se afectan, dejando entre ellos vacíos de ruido en espacios públicos. Desde la cota +9,00, en el claro del parque, se mira de frente a la catedral y la geografía de las cubiertas acompañándola. Atrás quedaron las praderas.