CEIP Pompeu Fabra en Cunit

La escuela se organiza sobre un eje longitudinal que articula unos brazos en peine, destinados a los diferentes ciclos docentes, que incorporan las aulas, la tutoría, el aula de pequeño grupo y los lavabos, donde el último brazo de la pinta lo ocupa la sala polivalente, mientras que el resto de espacios docentes comunes se ubican en otros cuerpos articulados a lo largo del eje longitudinal, alternando con unos patios interiores, que son elementos de articulación, ventilación, iluminación y protección de la actividad docente, con especies vegetales diferentes para cualificarlos.

La edificación se configura con unos volúmenes prismáticos de superficies lisas y grandes aberturas a los patios interiores y se presenta cerrada al entorno, con voluntad de aislarse del desorden urbano que le rodea del que no puede escapar, y abierta a los patios internos para potenciar el contacto de los usuarios con el aire libre. El acceso, situado en el cruce de vías de circulación, le precede una pequeña plaza creada para facilitar el acceso que da paso a un porche de acogida que conecta con el pasillo-porche que articula los diferentes brazos.

En el interior predomina el color blanco de las paredes, entre el pavimento de color arena y un techo neutro acústico. Destacan unos paramentos de color que identifican las diferentes áreas y son la referencia visual para los usuarios.