Conjunto de 162 Viviendas

Una cierta indeterminación en los parámetros urbanísticos permitió proyectar sobre unos esquemas de cintas plegadas sobre los núcleos de acceso que, al mismo tiempo rompían la monotonía de unos volúmenes demasiado grandes y rígidos, que permitían que todas las viviendas fuesen exteriores.

Se trabaja inicialmente con un volumen teórico que abasta la totalidad del ámbito. Del volumen total se retiran los espacios públicos y aparecen unos volúmenes primarios que ocupan la totalidad del suelo residencial. A continuación se desplazan sobre el centro de estas parcelas dos prismas. Posteriormente, se intercalan dos cortes que, al mismo tiempo refuerzan la imagen de cintas de los volúmenes finales y ubican los núcleos de accesos verticales. A partir de aquí, se proyectan cuatro viviendas por rellano, girados en forma de molinillo alrededor de los accesos, encarados a las mejores orientaciones.

El trabajo en relieve no se limita a los aspectos volumétricos. Se extiende, también, a las fachadas. Se combinan planos situados en primera línea con terrazas vaciadas hacia el interior del edificio. Este deslizamiento de los planos de las fachadas se realiza en grupos de tres plantas, aligerando de forma considerable el peso del edificio.