EUROPAN 4. Finalista. Emplazamiento Aranda de Duero

Sin duda, no es una operación de ensanche en la periferia, al estar limitado al norte por el casco histórico y al sur y al este por ensanches urbanos modernos ya consolidados. Esta relación con el trazado urbano hace preguntarse por el origen de este suelo disponible, que no se explica ni en las bases ni en la presencia de huellas de otras ocupaciones previas. No es por tanto una construcción de la ciudad sobre la ciudad entendiendo esta como una sustitución de usos o una renovación urbana. Tampoco es, por su propio tamaño, un vacío residual olvidado en un crecimiento excesivamente rápido de la ciudad.

También son muy condicionantes para el proyecto las vías del ferrocarril al oeste y la existencia de determinados servicios de construcción reciente que deben ser englobados dentro de la ordenación. La complejidad de todas estas premisas nos ha llevado a pensar, aunque pueda parecer paradójico, que la propuesta debe estar basada en un sensible entendimiento de cada uno de estos problemas urbanos y en una concreta respuesta a cada uno de ellos, definiendo esta como la organización de distintas soluciones y no como una actuación radical que pretenda encontrar una solución única.

En definitiva, el solar de Aranda nos lleva a plantear en nuestro proyecto, más fundamentado en el problema urbano que en las resoluciones tipológicas concretas, el completar la ciudad mediante la calidad de soluciones a problemas precisos antes que por la imposición de modelos urbanísticos predeterminados. Al redibujar su plano se muestran ordenadas y moderadas las huellas de las etapas de su paulatino crecimiento que no quisiéramos alterar.

Convencidos de que el crecimiento y transformación urbanas no siempre precisan actuaciones clamorosas, nuestro proyecto expresa en términos contenidos, pero firmes, un crecimiento urbano que no rechaza la transformación del tiempo, sino que lo acepta como un elemento previsible.