Proyecto de ordenación de la Vía Julia y accesos a la estación de Metro de Roquetes

El proyecto plantea la unión de espacios libres peatonales manteniendo la conectividad longitudinal del sistema viario desdoblado en dos viales laterales situados a cotas muy desniveladas (hasta 2 m). La Vía Julia se constituye en un gran eje estructurador, de una longitud aproximada de 1.000 m y un ancho medio de 40 m, y está formado por dos grandes directrices ligeramente quebradas, que, aprovechándose de las condiciones desniveladas que obliga la topografía, propician su cambio tipológico de rambla central, situada en la mediana, a dos amplios paseos laterales.

El eje cívico de la Vía Julia, en correspondencia con la estación de metro de Roquetes, está parcialmente ocupado por una pérgola metálica de 80 m, que resuelve los accesos a la estación, y se configura como lugar público de referencia y centro de relaciones del barrio. El tramo final de la Vía Julia, situado a la cota más alta del recorrido, culmina, a modo de popa de embarcación, con un gran foco de iluminación de 40 m de alto. El final perspectivo de la actuación señaliza su entronque con la cobertura de la Ronda de Dalt (segundo cinturón de ronda construido con ocasión de los Juegos Olímpicos de 1992).

La actuación resuelve problemas de orden técnico fruto del crecimiento descontrolado de la zona (falta de rasantes y alineaciones) y resuelve los encuentros entre las calles transversales que inciden con fuerte pendiente. La existencia del túnel del Metro y la incidencia de la estación, que aflora a la superficie, plantea problemas de accesibilidad a la misma que se resuelven mediante de un sistema combinado de rampas, escaleras y ascensores. La implantación de dos elementos escultóricos, que dotan al nuevo espacio referencias escalares, y el diseño del nuevo mobiliario urbano también cumplen la función de significación de este nuevo espacio urbano de gran escala.