Tejido de la felicidad

Análisis del emplazamiento

Se lleva a cabo un análisis en función de tres aspectos: análisis de lo urbano, análisis de lo natural y análisis de lo sensorial. Como conclusión de todos estos análisis parece imprescindible dotar al nuevo crecimiento residencial de:

1. Buena conexión con la trama existente eliminando la barrera del FEVE.
2. Una identidad propia que dialogue con el paisaje natural y que constituya un borde difuso entre la trama consolidada y la naturaleza, pero a la vez con el atractivo necesario para coser la nueva área con la existente.
3. Estrategias bioclimáticas que hagan que sea posible el confort tanto en las edificaciones como en el espacio urbano y que hagan posible la sostenibilidad de la actuación.
4. Flexibilidad en las tipologías propuestas tanto en su morfología como en su uso.

Propuesta: el tejido de la felicidad

La propuesta nace principalmente de considerar las formas de habitar desde una doble perspectiva: por un lado, la intención de hacer habitables los deseos humanos, es decir, fuera de la convencionalidad de nuestras viviendas; lo que se pretende es preguntar al habitante sobre sus deseos espaciales y, a partir de estos, configurar su vivienda a la medida de dichos deseos. En el proyecto se han considerado 7 deseos espaciales, el habitante podría elegir entre alguno de ellos o proponer alguno inédito. Los que contemplamos son: jardín - umbral - estancia - mar - arco iris - silencio - altitud. Dichos deseos deben ser entendidos como conceptos abstractos que contienen sugerencias espaciales y sensoriales y no en la literalidad del concepto que definen.

El otro aspecto que se tiene en cuenta de forma primordial es la estrategia bioclimática asociada a cada uno de estos deseos. Cada sugerencia sensorial atractiva aparece íntimamente ligada a una técnica de aprovechamiento climático. Así, por ejemplo, un muro de agua además de constituir el deseo espacial de habitar en el mar, se comporta como un buen acumulador de energía solar. De este modo, en paralelo a los deseos espaciales aparecen estrategias bioclimáticas que se aplican según el análisis climático del lugar consiguiendo el confort sensorial y físico en cualquier época del año.

Esta trama urbana, conformada de dicha manera, es la que consideramos “el tejido de la felicidad”. Se construye un espacio para ser usado, sentido y experimentado. A nivel urbano se actúa de igual forma: se aísla la materia que conformará el espacio urbano (derivada de los análisis realizados) y se le asocia una estrategia bioclimática. En este caso la materia urbana elegida la componen los siguientes aspectos: naturaleza - reflejos nodos - texturas - intersticios dilataciones.

A partir de aquí, ¿cómo se estructuran la vivienda y el espacio urbano?: en primer lugar, se extienden bandas de deseos espaciales de habitar en el solar; después, según los requerimientos del habitante, se envuelven dichos deseos y se hacen viviendas. Esta operación genera una trama continua de envoltorios en el solar. Se distinguen como resultado 18 envoltorios o piezas distintas que darán lugar a viviendas tanto unifamiliares como colectivas. Una vez que tenemos los envoltorios posibles se va liberando suelo tanto para viarios como para equipamientos.

En cuanto a los equipamientos, se generan morfológicamente de manera similar: en el suelo destinado a equipamientos se extienden bandas de usos públicos, compuestas por las siguientes materias: encuentro - conexiones - descanso - servicios - percepción - privacidad - movimiento, y se envuelven dando lugar a edificios que dialogan con el paisaje generado por las viviendas; los equipamientos se intercalan en la trama residencial creando nodos urbanos y constituyendo focos de atracción en la nueva área.

El paisaje generado por el sistema que proponemos es variable y se adapta en cada punto a las condiciones de contorno, generando una topografía activa que se vincula tanto a las estructuras naturales como a las urbanas. En lo referente a la barrera que supone la vía del FEVE, el ferrocarril se reconvierte en tranvía urbano, reduciendo su velocidad a su paso por la unión y, por otro lado, se configura la vía como una arteria de comunicación más compleja y atractiva que todos pueden usar, como viario principal del asentamiento.

En cuanto a las viviendas en sí, dado que responden a los deseos, cuentan con un espacio arquitectónico sorprendente que se genera por las distintas envolventes bioclimáticas, así como por la generación topológica de cada una. Se producen pulsaciones espaciales, estancias sorprendentes e inéditas, así como lugares de refugio y confort. La solución arquitectónica no representa un orden formal y sólido; responde a las necesidades de la vida.