Temáticas

De Madrid al (rasca)cielos

Itinerario

Los rascacielos nacieron hace casi 150 años en Chicago por mera necesidad económica: el suelo en el centro de la ciudad era cada vez más caro y salía más a cuenta construir muchas plantas, una encima de la otra, que levantar edificios que ocupasen solares enormes. ¿Qué significa eso? Pues que la naturaleza esencial de un rascacielos es poner planta sobre planta en una estructura que las sujete.

Hay unas cuantas ciudades cuya definición urbana está marcada por los rascacielos: la ya citada Chicago, pero también (y lógicamente) Nueva York, Shanghái o incluso Benidorm. Sin embargo, no todo el mundo sabe que Madrid es una ciudad donde se levantan algunos de los rascacielos más interesantes del mundo, precisamente porque su naturaleza no coincide exactamente con eso de que sean “muchas plantas una encima de la otra”. Vamos a subir por el Paseo de la Castellana hacia el norte para hablar un poquito de ellos.

Itinerario comisariado por

Pedro Torrijos

Escritor, crítico cultural y arquitecto español, más conocido por su faceta divulgativa en distintas redes sociales.

Medios de transporte

A pie
Bicicleta

Las Torres de Colón

Situada en la plaza que las bautiza, la historia de las Torres Colón daría para thriller empresarial al estilo de “Succession”. A saber: a finales de los 60, Antonio Lamela presenta el primer proyecto de dos torres residenciales en esa esquina de la plaza; estando en el lugar en el que estaban, iban a ser viviendas de 400 m2 cada una y gran lujo. Sin embargo, en 1969, con la cimentación ya excavada, un cambio en la normativa exigía ampliar el número de plazas de garaje subterráneas, lo cual era un problemón porque la estructura de las torres no lo permitía. Así que Lamela planteó una solución radical: colgaría las plantas desde el tejado. Gracias a la labor del formidable ingeniero Javier Manterola, la estructura de las torres se reducía a un solo pilón central, desde el que volaban dos enormes cabezas de hormigón y desde las cuales descolgaban las plantas sujetas por cables.

Las Torres Colón en construcción
Las Torres Colón en construcción - Estudio Lamela
Estudio Lamela
Las Torres Colón terminadas
Las Torres Colón terminadas - Estudio Lamela

Pero ya he dicho que esto iba a ser un thriller: en junio del 69, con las pilonas y las cabezas ya construidas, el Ayuntamiento de Madrid ordenó parar las obras alegando que los edificios incumplían la normativa de altura máxima. Tanto Lamela como la promotora litigaron durante tres años, hasta que el Tribunal Supremo les dio la razón y, en concepto de indemnización, el consistorio cambió el uso de residencial a terciario, mucho más rentable económicamente.

El nuevo uso de oficinas permitió a Lamela cambiar la fachada por una que pusiese el énfasis en la estructura, es decir, en los tirantes verticales. Las obras terminaron en el 76, después el edificio lo compró José María Ruiz Mateos, quien pasó a llamarlas Torres de Jerez porque para eso era Ruiz Mateos y así se convirtieron en un símbolo de Madrid durante una década.

Pero resulta que a finales de los 80, la nueva normativa antiincendios obligó a cambiar de nuevo las torres. La cosa era sencilla, no contaban con escalera de emergencia. Y aunque Lamela propuso un artefacto llamado MEVO para suplirla (algo un poco dudoso porque venía a ser más o menos un preservativo gigante), al final tuvo que diseñar la nueva escalera y, con ella, el enchufe verde art decó que la coronaba.

El 'enchufe' de las Torres Colón - Estudio Lamela

Y aunque pasaron tres décadas con el enchufe, a la historia de las Torres de Colón aún les faltaba un último capítulo: la ampliación. En 2016, el Ayuntamiento volvió a permitir el uso residencial y hotelero y los dueños del edificio convocaron un concurso para ampliar hacia arriba los edificios. Concurso al que se presentó Carlos Lamela, hijo de Antonio, y que ganó Luis Vidal, antiguo miembro del estudio del arquitecto original.

La Torre Castelar

La Torre Castelar nos lleva a preguntarnos qué es exactamente un rascacielos porque, pese a su nombre, el edificio solo cuenta con diecisiete plantas. Lo que pasa es que esas diecisiete plantas están tan bien resueltas en un conjunto tan elegante, que me resultaba imposible no incluir la torre en este paseo.

Construida entre 1977 y 1983 por Rafael de La-Hoz Arderius, la Torre Castelar es un prodigio: un prisma que flota con un halo alrededor.

La Torre Castelar - SH COAM. Arquitectura de Madrid.

Evidentemente el edificio no es mágico, sino que está sujeto por una enorme estructura en C por el lado posterior, pero si se mira desde la plaza Emilio Castelar, la sensación es que no apoya sobre nada, que ese halo doble de vidrio levita ingrávido sobre la calle más transitada de Madrid.

Castellana 81 (Torre del BBVA)

En mi opinión, la Torre del Banco Bilbao, del BBV, del BBVA o, en su denominación actual, Castellana 81, es sencillamente, el mejor rascacielos del mundo.

Sé que es muy dudoso establecer que un edificio es “mejor” pero voy a dar mi explicación. Es el mejor porque aúna dos conceptos que van de la mano de la excelencia en arquitectura: sencillez y complejidad. La torre del BBVA es un rascacielos que es sencillo y complejo, a la vez.

Sencillo porque responde a una concepción clásica del rascacielos y la enseña. Para Francisco Javier Sáenz de Oiza, el rascacielos es una acumulación de plantas, una encima de otra. Por tanto, la imagen del rascacielos será esa, algo que se ve y se entiende a la primera gracias a las pasarelas-visera exteriores que recorren toda la fachada porque, además, para que se entienda incluso mejor esa lógica, las esquinas con curvas.

Vista cercana de la Torre del Banco Bilbao
Vista cercana de la Torre del Banco Bilbao - Ximo Michavila para Open House Madrid

Así que la torre del BBVA de Oiza es un edificio sencillo. Pero, a la vez, es un edificio lleno de matices, de soluciones delicadas a problemas muy difíciles. Es un edificio enormemente complejo. No voy a hacer una disertación exhaustiva sobre todo lo que es el BBVA. Baste con decir que su estructura era un reto formidable porque el edificio está justo encima de los túneles del metro y, por tanto, Oiza no pudo poner un núcleo central rigidizador, así que tuvo que poner dos que los sorteasen como las piernas del Coloso de Rodas.

Plantas de la torre
Plantas de la torre - Servicio Histórico del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM). Fondo Archivo de Visado

Como los núcleos ya ocupaban bastante, para liberar espacio útil, Oiza y el ingeniero Javier Manterola (de nuevo) decidieron que esos núcleos no sujetarían todos los forjados, sino solo uno de cada cinco. Los otros cuatro forjados son de estructura metálica y sujetos por pilares metálicos, mucho más delgados. Así, la torre no es en realidad una acumulación de 35 plantas, sino siete cajas de cinco plantas, independientes entre sí.

Vista de la torre desde el Paseo de la Castellana
Vista de la torre desde el Paseo de la Castellana - I BEAU
Sección de la torre
Sección de la torre - Servicio Histórico del Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid (COAM). Fondo Archivo de Visado

Y todo eso se entiende perfectamente en fachada porque Oiza hace algunas plantas más altas (las que tienen la superestructura) y otras más bajas (las convencionales) y algunas son opacas (porque son plantas de instalaciones). Todo el edificio es una colección de matices y contexto. Por todo eso es el mejor rascacielos del mundo.

Torres KIO

He incluido las Torres KIO en este paseo porque forman parte del skyline real y emocional de la ciudad, pese a que ejemplifican justo lo contrario de lo que debería ser un buen edificio. Las torres inclinadas son un edificio simple y complicado, y la prueba de que los más grandes también se equivocan. En este caso, ni más ni menos que Philip Johnson, uno de los padres de la arquitectura moderna.

En general, un mal edificio suele ser complicado porque genera más problemas que soluciones (problemas estructurales, funcionales, representativos...) Y también suele ser simple porque no atiende a matices ni a un análisis profundo o intenso de las necesidades que lo generan.

Las Torres KIO, en construcción
Las Torres KIO, en construcción - Informes de la construcción, nº 444, 1996, p. 30
Informes de la construcción, nº 444, 1996, p. 33

Por eso, las KIO son un ejemplo bastante preciso de lo que es un mal edificio. La cosa es sencilla: para cargar el elemento simbólico, Philip Johnson decidió que los dos rascacielos no serían verticales, sino inclinados. Y simbólicos son, desde luego, pero a costa de generar un buen número de problemas en estructura, cimentación, circulaciones y uso del edificio: tirantes subterráneos, ciclópeos contrapesos antivuelco, escaleras en tramos contrapeados…

Pero es que, además, es un edificio muy simple. Cada prisma solo es eso: un palo inclinado. Como confía toda la solución al mero hecho de la inclinación, resulta que no hay ningún matiz, ningún contexto. Todas las plantas son iguales, solo que desplazadas un poquito, resultando en dos torres sin escala ni delicadeza ninguna, por mucho que sean protagonistas de películas de temática, ejem,  satánica (o quizá por eso).

Vista cercana de las torres - Informes de la construcción, nº 444, 1996, p. 21

Torre Cepsa

Por altura, la Torre Cepsa (o Torre Foster, llamada así por su autor) es quizá el único rascacielos verdaderamente digno de ese nombre que aparece en nuestro recorrido. Con casi 250 metros es el cuarto edificio más alto de la UE y el segundo de España, pero lo que le distingue realmente no es su porte sino que se trata de un compendio de todo lo bueno que hemos visto desde que empezamos en la Plaza de Colón. A saber: una estructura singular que apoya y sirve al propósito de la torre (el arco que recorre el edificio de arriba abajo) y un sistema compositivo que no se limita a la colocación de plantas una encima de la otra (se agrupan en tres bloques de once plantas).

La Torre Cepsa vista desde el Paseo de la Castellana
La Torre Cepsa vista desde el Paseo de la Castellana - Nigel Young / Foster + Partners

Y, con todo, lo que más me gusta a mí del único rascacielos proyectado por Norman Foster en España es que, entre el arco estructural y los bloques habitables, si se le mira desde el ángulo adecuado, podemos llegar a ver lo más bonito de Madrid: el cielo.

Ubicación

Torres Colón 0f73b419-3f29-485e-bafa-6fa47a4c9756 Construida False Torre Castelar 758efe12-f1ff-498c-a58a-7723e1e3830f Construida False Torre del Banco Bilbao (BBVA) 1250b3af-a48d-495e-89a1-d3995480d449 Construida False Torres KIO 548e7601-d78a-4fdd-930f-b39a7f2e41d0 Construida False Torre Cepsa ed2deb86-c0a5-4931-818a-0c5b269b146e Construida False
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Construida
Efímera
Desaparecida
No construida

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