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Defendemos el potencial programático del paisaje contemporáneo, la autopista, elemento esencial en la estructuración urbana y territorial. El paisajismo actual suele adoptar respecto a las infraestructuras una mera actitud decorativa, fruto de la necesidad de camuflarlas. La filosofía de nuestra intervención hace hincapié en el proyecto infraestructural, creando una ocasión de diálogo con el territorio, un signo inequívoco de nuestro tiempo. Una oportunidad de hacer arquitectura, arquitectura territorial.

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La autopista, su horizontalidad, la fusión de lo lejano y lo cercano, sus múltiples puntos de vista, su escala. Cambiando radicalmente la noción de paisaje tradicional, su ausencia de centro, su imposibilidad de definir un principio y un fin. Se introduce una nueva variable dinámica “el automóvil”, elemento cinético que amplía el campo que consideramos espacio público. La lógica del movimiento comporta una renovada reflexión sobre las reglas de construcción del territorio. Las infraestructuras reorganizan la escena urbana mediante la percepción del mundo en movimiento. Proponemos una “Promenade Architecturale” a escala territorial.

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El emplazamiento propuesto está situado al sureste del casco urbano de Logroño, se encuentra totalmente desarticulado, rodeado de distintas barreras, al norte las vías del tren, al este el río Iregua y partiendo en dos el solar, la autovía a Zaragoza. La actuación no puede obviar la existencia de estos elementos de tan considerable entidad, además creemos que no es posible responder a estas complicadas premisas bajo soluciones puntuales.

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Proponemos un elemento que aglutina toda la superficie edificada, dotar al lugar de la entidad que merece. Liberamos el resto del ámbito desarrollando un parque eminentemente urbano, enlazado con el sistema de espacios libres que parte de la ribera del Ebro. Confiamos en una respuesta rotunda que responda a los diferentes interrogantes, convertir las premisas en el motivo de proyecto, habitar la infraestructura, incorporándose al programa residencial. El automóvil como elemento que resuelve la accesibilidad a las viviendas de forma rápida y eficaz y dota de sentido a un sistema complejo de recorridos que conforman una trama residencial en altura. La ciudad de baja densidad vista desde la sección.

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Se materializa en dos elementos que adoptan la geometría del nudo, formando parte de él. Dos bucles que brotan del mismo y que enmarcan la singularidad de la propuesta.

–Pieza norte, circo– de mayor diámetro, donde las viviendas se desarrollan en torno a un gran jardín interior, la circulación se realiza al exterior mediante un sistema de rampas adyacentes.

 –Pieza sur, torre– se levanta sobre la circulación, las viviendas se disponen abiertas al exterior, la circulación se realiza por el anillo interior a través de un sistema de dobles espirales.

La vivienda coloniza ambas estructuras, a partir de un sistema prefabricado, abierto a diversas posibilidades de combinación, que se insertarán dentro de la infraestructura. Una arquitectura residencial que admita flexibilidad, intercambiabilidad, elección y sustitución bajo la posibilidad abierta de participación de los usuarios.

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La confrontación del proyecto con la dimensión infraestructural, la separación entre soporte y espacio habitable, la velocidad del automóvil que modifica la relación espacio-tiempo de percepción, hacen necesario su desarrollo en la escala adecuada, la escala territorial.