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Bio
Inició su actividad laboral de mano de Pedro Bidagor en la Comisaría de Urbanismo para el Plan General de Madrid, donde realizó diversos estudios urbanos, especialmente bloques de vivienda en manzana cerrada en el eje de Nuevos Ministerios.
Sus primeras obras, que iniciaron su dilatada vida profesional desde su estudio madrileño, responden a un academicismo que va asimilando soluciones modernas, como en los concursos con Luis Laorga del Azoguejo de Segovia -por el cual le concedieron en 1946 el Premio Nacional de Arquitectura-, de la Basílica de la Merced en Madrid y la de Aránzazu en Oñate (Guipúzcoa), que ganó, aunque sólo materializó completamente la última, su primera obra significativa y original, que niega las enseñanzas de la Escuela, incluye la escultura vanguardista de Jorge Oteiza y Eduardo Chillida y se convierte en el templo pionero de la Modernidad en España.
Becado por la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando en 1947 viajó a Estados Unidos, experiencia que reconoció como vital para su actividad posterior. La racionalidad se convertirá en la expresión máxima de la arquitectura de Oíza, manifestada no sólo formalmente, sino en la función, la construcción y las instalaciones. Así, sus nuevas obras, como los poblados de Fuencarral A, Entrevías, el Concurso de Vivienda Experimental o la Delegación de Hacienda de San Sebastián -con Manuel Sierra-, reflejan un profundo análisis del hecho arquitectónico desde sus supuestos de uso y de búsqueda de la expresión mínima en sus soluciones formales. Esta tendencia tecnológica inédita en España se funde con la escultura de Oteiza en la Capilla en el Camino de Santiago, no construida y realizada en colaboración con Romaní, que recibió en 1954 el Premio Nacional de Arquitectura.
El diálogo producido por la ligera estructura metálica -comparada por los arquitectos con los postes de alta tensión- que envuelve el friso escultórico con el paisaje castellano fue un revulsivo en el panorama arquitectónico del momento. Este camino se ve reforzado por su actividad educativa, iniciada en la Escuela de Madrid como profesor de Salubridad e Higiene desde 1949 hasta 1961, que materializó en unos apuntes sobre la asignatura; esta labor docente, siempre intensa y favorecida por su brillante inteligencia, capacidad de oratoria y carisma, se prolongará en la asignatura de Proyectos desde 1952, de la que fue catedrático entre 1968 y 1983, año de su jubilación, aunque mantuvo su actividad docente esporádica; fue, además, director de la Escuela de Madrid entre 1981 y 1983.
Varias generaciones de arquitectos han reconocido la influencia del maestro en su actividad profesional. Asimismo, el interés por la disciplina le lleva a colaborar con el Colegio Oficial de Arquitectos de Madrid en tres momentos de su carrera, entre 1949 y 1952, desde 1961 a 1963 y de 1971 a 1972, en los cuales participó en diversas comisiones y tribunales, así como dictó varias conferencias. Pero la edificación que concilia y recoge los frutos de estos años de trabajo es su obra maestra, Torres Blancas, uno de los edificios más representativos de la arquitectura española de la segunda mitad de siglo XX. Encargada en 1961 también por Huarte en un terreno cercano a la autopista de Barajas en Madrid, aúna, según Antón Capitel, tres ideas principales: la torre autosuficiente como ciudad-jardín vertical, proveniente de la Unidad de Habitación de Le Corbusier; la torre como estructura arbórea de analogías biológicas de origen wrightiano y, por último, siguiendo las investigaciones espaciales del propio Sáenz de Oíza, unos resultados formales organicistas de gran plasticidad.
El edificio, de imponente presencia, plantea su estructura portante al exterior, de la cual se cuelgan unas plataformas circulares que, en su remate, se agrandan y, como en un árbol o un hueso, recogen el impulso vertical y orgánico de las formas sustentantes de hormigón. Las viviendas, de múltiples y flexibles soluciones, se cierran sobre sí mismas en torno de las terrazas circulares, que se abren a las vistas, como casas unifamiliares en altura. Muy publicadas, fueron asimismo difundidas en el extranjero y se convirtieron en la tarjeta de presentación de la arquitectura moderna en España.
El arquitecto navarro Francisco Sáenz de Oíza constituye uno de los máximos ejemplos de la disciplina arquitectónica en nuestro país en la segunda mitad del siglo XX, aunque sus primeras obras pertenecen a los últimos años de la década de 1940. Su excepcional talento y su capacidad comunicativa y aglutinadora le convirtieron en el portavoz teórico y práctico de una generación que salía del letargo academicista de la posguerra y que le reconoció como constante renovador de las herramientas de proyecto y asimilador de múltiples resultados formales.
Name
Francisco Javier Sáenz de Oíza
Birth
1918
FEATURED WORKS
Selection of the main works of Francisco Javier Sáenz de Oíza.
Cataloged work
Discover the work of Francisco Javier Sáenz de Oíza: chronologically and with location on the map, by type of use or by scale.
Itineraries
Selection of itineraries that include Work of Francisco Javier Sáenz de Oíza, to enjoy a walk surrounded by architecture that will surely surprise you....